PRI gana Hidalgo
y Coahuila
Miguel Ayax
González HubbardPeriódico 4º. Poder
El partido tricolor
tiene, en el Estado, estructura; el gobernador, dígase lo que se diga y a pesar
de la deuda impagable que a los coahuilenses les recetó el PRI, sigue teniendo
arrastre, simpatías y desde luego partidarios interesados.
Los burócratas, los
recortes del gobierno federal a los presupuestos estatales y la incesante
campaña de desprestigio en todos los medios para lo que hace el presidente
Andrés Manuel López Obrador, deja a la 4T en desventaja en los comicios.
Los pleitos largos
y al parecer sin solución en Chihuahua y en Morena, el partido del presidente,
han creado desilusión entre los electores y la política de “somos diferentes y
yo no intervengo” no le están dando buenos resultados.
Quizás estamos
acostumbrados a mayor decisión por parte de las autoridades y aunque no
queremos todo el poder en un grupo, partido o persona, los bloqueos a las vías
ferroviarias y la toma de casetas de peaje enojan como enoja que no haya
resultados claros del juicio a Emilio Lozoya y que pese al tiempo transcurrido
no se tengan detenidos que respondan por sus actos.
Lo de “La Boquilla”
en Chihuahua, pese a lo que representa no ha sido resuelto por la tozudez del
gobierno federal y por la terquedad del chihuahuense, litigio que de una forma
u otra ya debía estar resuelto.
Ahora vendrán
quizás las inconformidades postelectorales, las acusaciones y la
judicialización de los resultados.
Una cosa sí es segura: los
morenistas hoy en funciones como autoridad ya saben que el “efecto López
Obrador” no les ayudará nada en un futuro electoral y que si no trabajan
deveras, se esfuerzan y apoyan al pueblo, no volverán a ser reelectos, menos en
lugares como éste, municipio de Gómez Palacio donde el PRI sigue teniendo
estructura, fuerza y simpatía creciente por el mal desempeño de la autoridad
supuestamente morenista y que en un año de gestión no ha dado resultados
positivos, por el contrario, alcaldesa y síndico son acusados de nepotismo e
incapacidad