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CNDH
Periódico 4º. Poder
 Organismo que se creó, quizás, con mas deseos de pacificar inconformidades y reclamos que dar real solución a problemas de ultrajes, homicidios, violencia y vejaciones, hoy, más que nunca, atiende a las personas en nuestro país.
Para ello se designan a cientos o miles de funcionarios por todo el territorio; la institución es un embudo para las denuncias y demandas de justicia.
También se erogan cientos de millones de pesos para el funcionamiento del organismo, primer y más adecuado recurso para obligar a las autoridades judiciales que cumplan con hacer una rápida y expedita investigación y luego justicia.
Desafortunadamente la falta de valores morales, la crisis económica, el encierro para muchos obligado por la pandemia y otras circunstancias incrementan los hechos delictivos, los homicidios, el abuso infantil y contra las mujeres.
La desintegración familiar y el desapego entre parientes también son causa de pérdida de vidas porque a los hijos poco les importa la opinión -y guía- de los padres y a muchos de éstos el comportamiento y la seguridad de sus hijos.
Jovencitas que andan solas o mal acompañadas en los antros a las cuatro o cinco de la mañana; niños y pequeñas de seis o siete años que deambulan por calles, plazas y mercados sin vigilancia y que luego desaparecen robadas por adultos sin moral y menos escrúpulos para traficar con ellos y jóvenes inexpertos que se dejan llevar por las drogas, son las principales causas de investigación por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Y los padres indolentes y permisivos lloran y gritan frente a la CNDH; mujeres violentas y enardecidas toman sus instalaciones y el gobierno, este gobierno de besos no balazos, les reconoce la justa indignación por la pérdida de sus familiares pero... pero si hubieran tenido mayor unión, respeto, ejemplo, guía y cuidado, tal vez no estarían llorando a sus desaparecidos.
Llama la atención de una de las que encabeza la toma de las oficinas que exige al gobierno castigo para uno de sus familiares por la violación de su hija de siete años y que con ellas vivía.
¿No sospechó siquiera lo que ocurriría?
¿No lleva responsabilidad por dar cabida en su casa al violador?
¿No tiene culpa por no cuidar a la pequeña víctima?
Pero eso sí, violenta y agresiva exige que el gobierno no sólo castigue al responsable, sin duda que cubra sus deficiencias personales.
Y lo peor del caso, los malos ejemplos cunden.

Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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