Mudos
Periódico 4º. Poder
Sé que, como dijo Cuco Sánchez no soy monedita de
oro pa’caerles bien a todos.
Tengo varios años escribiendo de diferentes temas.
A veces -ya lo he dicho- me tachan de chairo y los simpatizantes de López Obrador
dicen que lo critico en demasía.
Antier escribí sobre el oficial mayor del
ayuntamiento de Gómez Palacio; de su falta de respeto a las mujeres, de lo soez
con que representa la femineidad que debe ser respetada por todos y, muchos de
los que leen mis comentarios (y lo sé porque cuando toco algún tema que les
atañe se hacen presentes de inmediato), en esto guardaron silencio.
No digo que todos; algunos no me leyeron, otros
nada comentan por ser yo quien escribe (como que sienten cierto recelo porque escribo
cuando quiero y de lo que quiero) pero ¡qué lástima, deveras!, ¡qué lástima que
guarden silencio ante la patanería, la grosería de un funcionario público que
se supone, trabaja para Gómez Palacio!
Si fue por conveniencia, malo; si fue por desinterés
peor y si fue porque así lo ven normal por la educación que recibieron, peor
todavía.
Guardaron (y saben a quienes que me refiero) un
silencio ignominioso, convenenciero y sospechoso.
Es recriminación porque no valoran la dignidad de
la mujer olvidando que vienen de una; que viven con otra que quieren o
quisieron; que tienen hijas que son víctimas de pelafustanes como el señalado.
Qué lástima que la alcaldesa, mujer, anteponga sus
compromisos políticos y se someta a voluntad ajena en demérito de su persona,
sus colaboradoras y familiares.
Así, ¿qué honorabilidad puede exigírseles a las
autoridades; con qué cara homenajean a la Madre en su día, con qué ánimo y
razón pueden defender a las niñas?
¿Cómo pueden enarbolar la bandera en defensa de las
familias, la decencia y la Patria si son producto del Tic Toc?
Franco Garza personero de no sé quién contesta y me
pide que me “actualice” que la grosería y la falta de respeto son normales.
“Normalidad” que no tienen ni los animales y que no
debiéramos tener los que presumimos conciencia.