Influyentes
Periódico 4º. Poder
En Palacio Nacional, donde ahora sí se gobierna,
desfilan en “las mañaneras” los secretarios de Estado, subsecretarios,
directores de área y algunos gobernadores.
Allí se hacen las estrategias a seguir en cuanto a
seguridad, relaciones con el extranjero, principalmente con Estados Unidos; de
salud, importantísimo asunto en esta contingencia del Covid-19; laboral,
fiscal, educativo, en fin, de todo lo que afecta la vida de los mexicanos.
Entre los gobernadores que más ocasiones han sido
invitados por el gobierno federal para estar allí, informar, dar a conocer sus
puntos de vista, están Omar Fayad de Hidalgo; Alejandro Murat Hinojosa de
Oaxaca y Alfredo del Mazo Maza del Estado de México.
Ninguno, por sus antecedentes y orígenes debía ser
aliados de la 4T ni de su gobierno; ninguno llegó al poder como Claudia
Sheinbaum en la ciudad de México, del mismo grupo del presidente y que goza de
su amistad y respaldo.
Murat se hizo -como antes en todas las entidades y
bajo el viejo régimen- con malas artes de la gubernatura; Del Mazo Maza
agandalló la gubernatura en una elección tan fraudulenta y disputada.
Fayad también es priista pero pronto se alineó a
las políticas federales y ha sido invitado dos, tres, cuatro veces y él va con
gusto sabiendo que las intenciones del gobierno actual son las de beneficiar a
los Estados del centro y sur del país y el suyo es de los más pobres.
A los que -creo- nunca veremos allí, participando,
exponiendo, consiguiendo beneficios, son Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán;
Enrique Alfaro Ramírez, Jalisco; Francisco Javier Cabeza de Vaca, Tamaulipas;
Jaime Rodríguez Calderón, Nuevo León y, lastimosamente tampoco a los
gobernadores de Durango y José Rosas Aispuro Torres y otros.
Ninguno de ellos ha sido llamado a esa plataforma
informativa -ni lo será- porque se han opuesto a las pretensiones y políticas
federales y se han unido para manifestarse en contra de lo que allí se
determina, tratando de hacer “su fiesta aparte”.
Sin duda estos gobernadores se sienten relegados;
que aportan más de lo que les regresa la federación y nunca consideraron la
“perseverancia” ¿o rencor? del presidente para quienes no son sus amigos.
El presidente López Obrador ha dicho una y otra vez
que las participaciones federales se entregan en tiempo y forma a los gobiernos
estatales... pero de allí en adelante, nada extra; ninguna bonificación o
partida adicional como algunos gobernadores tenían acostumbrado.
Me recordó aquello de Juárez que sentenciaba desde
el poder que a los amigos justicia y gracia y a los enemigos sólo justicia (la
ley a secas) y se supone, éstos son de los que tendrán que rascarse “con sus
propias uñas”.