Bien por el
ISSSTE de Torreón
Fernando Rangel de León
“No
hay mal que por bien no venga”, dice el refrán; y dice bien, como aquí lo
estamos viendo con el coronavirus, que si bien es cierto que nos ha traído
muchos males en todo lo relacionado con nuestras vidas, la vida social y
pública, las actividades de toda clase y el funcionamiento de las
instituciones; también es verdad que nos ha traído algo bueno; como es
reencontrarnos a nosotros mismos y con nuestros seres queridos, aun a
distancia, pues hasta ahorita no se ha dicho que el Covid-19 se transmita por
celular; saber quiénes están realmente con nosotros, cambiar hábitos en nuestra
forma de vida que nos hacen economizar (entendiendo la economía como ciencia de
la escasez), en el transporte (porque tenemos que quedarnos en la casa y no
andar de “chincualientos”), evitar el despilfarro en gastos innecesarios,
evitar adquirir artículos suntuarios, leer libros que teníamos arrumbados,
escuchar música que teníamos olvidada, recordar gratos momentos de nuestras
vidas que el tráfago de nuestros días nos hacía olvidarlos, y así por el estilo,
nos ha ayudado hacer cosas sencillas que nos acercan a la naturaleza.
Estamos viendo también la
insuficiencia de las instalaciones hospitalarias del sector público de salud, que
se construyeron hace 60 años, y que no se previeron para más de ese tiempo;
como es la clínica hospital del ISSSTE en Torreón, en la avenida Allende y
calle Donato Guerra, que en 1960, era suficiente para eso, para oficinas
directivas y administrativas, de recursos humanos, pensiones, cochera, bodegas,
etcétera; pero que con el aumento del número de derechohabientes, ya es
insuficiente; pues no hicieron lo mismo
que el IMSS, tanto de Gómez Palacio, como de Torreón, que desde un principio
separaron las oficinas administrativas de las clínicas hospitales.
Con motivo del Coronavirus, el
ISSSTE tiene instalado en su banqueta, por la Donato Guerra, una carpa en la
que funciona el Triage (seleccionador, priorizador y categorizador)
Respiratorio, en la que médicos epidemiólogos revisan a todos los pacientes que
acudan con algunos pequeños síntomas del Covid-19 para que no ingresen a sus
instalaciones quienes pueden tener un síntoma de esa epidemia.
Ya desde hace unos años,
descongestionando el ISSSTE de enfrente de la Alameda -como se le conoce-, se
cambió a Pensiones al edificio de la avenida Abasolo y calle Francisco I.
Madero, cuyos espacios vacíos han sido acertadamente aprovechados por su
flamante Director el Doctor Alejandro Gómez Alvarado, trasladando ahí a
Recursos Humanos, y a otras dependencias desde el pasado miércoles 15 de abril;
para poner a salvo del Covid-19 a su personal.
Bien por el ISSSTE de Torreón y de
su Director.