Las mujeres en su día
Marcelo Torres Cofiño
Es
Día Internacional de la Mujer y nos corresponde reconocer que nuestra nación
dista de ser el mejor lugar para que ellas se desarrollen a plenitud. De
acuerdo con el ranking de Los Mejores Países para ser Mujer del US News &
World Report de 2019, México ocupa el lugar 60 entre las 80 naciones que son
evaluadas.
El
ranking, valora aspectos como el respeto a los derechos humanos, la equidad de
género, la seguridad, los ingresos económicos y la igualdad de oportunidades
para progresar de las mujeres. La realidad reflejada en el estudio es
totalmente indeseable para una sociedad que busca alcanzar mejores niveles de
vida para sus habitantes.
El
resultado no es producto de la acción de individuos particulares, sino de
dinámicas culturales profundamente arraigadas que se alimentan de la creciente
debilidad institucional y del estado de derecho.
De
acuerdo con una reciente encuesta publicada por el Inegi, casi una de cada tres
mexicanas (27%) declaró haber sido víctima de acoso sexual en el segundo
semestre de 2019. Además, se sabe por las estadísticas delictivas que una
tercera parte de los homicidios contra las mujeres ocurre en su propio hogar.
Estamos, pues, ante una realidad que sería irresponsable no reconocer.
En
un clima de violencia y de elevada polarización como el que estamos viviendo,
los grupos más vulnerables son los que más sufren. Se equivocan quienes piensan
que el fomento al divisionismo traerá algo bueno para el país, todo lo
contrario. Por eso, toda vez que han quedado claras cuáles son nuestras
posturas, necesitamos poner nuestra atención en mejorar nuestro entorno, cada
uno desde nuestro ámbito. Es necesario reducir los niveles de crispación social
y esa es una tarea de todos en México.
Nuestras
diferencias ideológicas no deben de convertirnos en enemigos. Más allá de
nuestras convicciones debe estar el interés general. Necesitamos mejorar las
condiciones de vida de todos en México. Pero, muy especialmente las de las
mujeres, entendiendo y respaldando el rol que juegan, cada vez más
preponderante. Y reconociendo que, hasta ahora, se desarrollan en condiciones
que son poco favorables. Simplemente en cuestión de ingresos, las estadísticas
dicen que para igualar el ingreso de sus compañeros, las mujeres trabajadoras
deben laborar casi cinco días adicionales; eso, a pesar de que según el Foro
Económico Mundial, nuestro país es el que mostró una mayor mejoría en el último
año.
La
desigualdad económica se transforma en violencia. Por eso, es urgente que
sigamos trabajando para favorecer la equidad. Como todos, ellas necesitan vivir
en paz. El Estado debe brindarles la seguridad a la que tienen derecho; las
instituciones tienen que responder a sus demandas, en la manera más justa y
equitativa posible. Nuestra sociedad estará mejor en la medida en que ellas
alcancen condiciones más propicias, que les permitan elegir su vocación y su
destino.