Venezolanos en Gómez Palacio
Periódico 4º. Poder
“A chillidos de marrano, oídos de
chicharronero” dijo el subsecretario de Gobierno Peralta hace unos días.
La insensibilidad del
gobierno se muestra una y otra vez y de muy diferentes maneras
Ayer, con las tolvaneras
hubo apagones en distintos puntos de la región; se trastocó el tránsito
vehicular porque se apagaron los semáforos y sin duda se reportarán caídas de
árboles, espectaculares, etcétera, etcétera.
A quienes vivimos en la
misma calle, en la colonia Valle del Nazas de Gómez Palacio, nos tocó la de
perder; en muchas partes se reanudó el servició eléctrico pero aquí donde
vivimos no
La suspensión dura ya 24
horas; los vecinos se desesperan, llaman, les dan números de reporte como
confeti, van a las oficinas de la pavorosa CFE y no logran más que promesas.
Y mientras, batallan para
hacer las labores indispensables: bañarse, preparar el desayuno, sacar los
carros de las cocheras.
Desde temprana hora del día
del apagón se dio aviso a la CFE; luego se rogó la atención, indignó la falta
de respuesta y la súplica se volvió enojo. Nada sirvió, la interrupción
persiste y los vecinos de Valle del Nazas nos sentimos como venezolanos:
pobres, olvidados, sin apoyo de las autoridades, remando contra corriente,
batallando por cosas simples y sencillas que se tornan difíciles cuando no se
tienen los medios necesarios como éste imprescindible que es la energía
eléctrica.
Hasta hace unos días nos
parecía impensable que los trabajadores de la paraestatal se tardaran tanto en
dar solución a un problema relativamente sencillo pero ahora vemos que la
negligencia y la apatía también persisten en esa empresota que esquilma a todos
los mexicanos.
Llevamos sin luz 24 horas... y
contando.