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Fortalecer el estado de derecho
Marcelo Torres Cofiño

El World Justice Project presentó su Índice de Estado de Derecho en México 2019-2020. Se trata de un riguroso estudio académico que evalúa ocho factores (límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción, Gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento regulatorio, justicia civil y justicia penal) en las 32 entidades federativas del país, para diagnosticar los avances y retrocesos que tienen en la materia.
De acuerdo con el estudio, Coahuila se ubica en la sexta posición a nivel nacional, con una calificación de 0.43, apenas cuatro centésimas por encima de la media nacional y tres centésimas por debajo de Yucatán, entidad que se encuentra en la cima de la tabla.
Es fundamental entender que sin un estado de derecho sólido las posibilidades para el desarrollo se reducen. Pero también se ponen en riesgo la democracia y sus instituciones, sobre todo, por el desgaste que la falta de aplicación consistente y sistemática de las leyes ocasionan, en términos de la credibilidad. Reconozcámoslo: la ciudadanía desconfía de las instituciones públicas, lo que no trae realmente ningún beneficio para nadie
En particular, debe pre-ocuparnos lo que la debilidad del estado de derecho le hace a la capacidad de atraer inversiones productivas. Resulta obvio que, ante el elevado riesgo que supone, los dueños de los capitales prefieran ir a otros lugares en donde sus propiedades y su propia integridad estén garantizadas. Hay que insistir en que la única vía real para generar riqueza y reducir las desigualdades es la creación de empleos en suficiencia y bien remunerados.
En el caso particular de Coahuila, es muy importante dar prioridad a aquellos factores que salieron con una evaluación menor. Se trata de Ausencia de corrupción (0.35); Justicia civil (0.37) y Cumplimiento regulatorio (0.38). No es, de ninguna manera extraño, que la peor calificación sea la relativa a la corrupción.
La megadeuda y las empresas fantasma de los hermanos Moreira no solo destrozaron la sanidad financiera de la entidad, sino que, también, nos estigmatizaron. A nivel nacional e internacional nuestro estado es reconocido por sus escándalos, pero más aún, por la impunidad de la que siguen gozando.
Con respecto a la Justicia civil, en muy importante que jueces y magistrados se esfuercen en hacer más accesibles y expeditas sus actuaciones en la materia. Ayudaría mucho a incrementar su credibilidad la decisión de transparentar sus sentencias.
Finalmente, los legisladores debemos redoblar nuestra labor para que las regulaciones sean fáciles de entender y de cumplir. En Coahuila, ya hemos estado trabajando en ese sentido de la mano de los grupos empresariales de la Región Sureste. Pero, no debemos aflojar el paso.
Una mayor fortaleza en el estado de derecho contribuirá, sin duda, a mejorar la competitividad de nuestra entidad y beneficiando a todas sus regiones.. Sé que no son los tiempos más propicios para el país, pero, como he venido insistiendo, en Coahuila tenemos con qué. Frenemos la corrupción, perfeccionemos nuestro sistema judicial y cumplamos con las regulaciones. Está en nuestras manos.

Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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