Epoca de Cavernas
Periódico
4º. Poder
Aquel día a las seis de la mañana con cincuenta y
seis minutos se acabó la luz; quedaron a medio hacer los desayunos, el baño,
impedida la salida del automóvil de la cochera eléctrica; como si viviéramos en
la época de las cavernas, volvimos si no a los tiempos del hierro, sí a la del
gas y hubo que calentar en la estufa los alimentos porque el “micro” no
trabajaba.
Bañarse fue imposible; sin el hidroneumático trabajando,
el chorrillo de agua apenas era del grueso de un cabello y volver a bañarse
pegado a la pared, es una “costumbre” que ya casi nadie tiene.
Creímos que sería una interrupción eléctrica como
muchas otras que duran unos minutos pero no, pasó una hora y otra y otra… y
como dice la canción: “y nos dieron la una y las dos y las tres y seis horas”, después… nada.
La “empresa de clase mundial”, ésa, donde los
dirigentes ganan demasiado bien, que tienen privilegios en sus oficinas de aire acondicionado que los particulares no
podemos pagar, mostró una vez más su ineficiencia, su apatía.
Horas y más horas y el servicio no era reanudado y
la gente se desespera de no poder hacer las cosas a las que está acostumbrado.
Tan ágiles que son para podar los árboles que
estorban a sus líneas; tan raudos que se muestran para cobrar los recibos
carísimos de la energía eléctrica, tan implacables que son al cobrar las
reconexiones que hacen moviendo un botón de computadora, ahora no se vieron por
ningún lado
El pueblo la lleva, el pueblo la sufre y no deja de
pensar que en algo tiene razón López Obrador cuando dice que la burocracia, el
gobierno, es un enorme elefante pachorrudo
que hay que levantar y empujar y que empresas como la CFE tienen más empleados administrativos (y muy bien pagados) que obreros que como en este caso, trabajen y resuelvan los problemas que nos afectan a todos.
que hay que levantar y empujar y que empresas como la CFE tienen más empleados administrativos (y muy bien pagados) que obreros que como en este caso, trabajen y resuelvan los problemas que nos afectan a todos.
Los cortes largos y cortos siguen ocurriendo con
frecuencia y aunque sean por segundos, todo se descompone, todo se trastoca.