TORRE AZUL
Las cifras del horror
Marcelo Torres Cofiño
L
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De
acuerdo con los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública las entidades federativas con el mayor número de homicidios
dolosos en 2019 fueron Guanajuato (3,211), Baja California (2,657), Estado de
México (2,603), Jalisco (2,465), Chihuahua (2,379), Michoacán (1,973) y
Guerrero (1,855).
En
lo que refiere a la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, que
es una forma más justa de valorar los niveles de violencia que hay en una
entidad, Colima encabeza la lista con 88 asesinatos por cada 100 mil
habitantes, seguido de Baja California con 74.2, Chihuahua con 63.2, Guanajuato
con 52 y Guerrero con 47.
Como
puede ser cotejado con la realidad, mienten quienes aseguran que la violencia
se recrudeció sólo en las entidades gobernadas por el PAN.
Se
trata de sólo un intento por diluir la responsabilidad del gobierno federal y
de sentirse menos culpables por apoyar a quienes asumieron el poder a punta de
engaños y promesas falsas.
Por
supuesto que los gobiernos estatales y los municipales tienen una
responsabilidad en materia de seguridad pública.
Sin
duda que los gobernadores, sin importar su extracción partidista, necesitan
comprometerse más en la búsqueda de pacificar al país. Pero reconocer eso de
ninguna manera significa olvidar:
1.
Que, a lo largo de los dos sexenios anteriores quienes hoy están en el poder,
culparon directamente a las autoridades federales de cada homicidio ocurrido en
el país.
2.
Que, al tiempo que señalaban tal culpabilidad, aseguraban ser poseedores de la
solución inmediata y definitiva al problema de violencia.
Hoy,
confirmado el 2019 como el año más violento de la historia de México, las
cifras del horror no sólo revelan el dolo con el que actuaron en el pasado,
sino también su incompetencia para resolver el presente y, por tanto, su
incapacidad para asegurar un mejor futuro para nuestro país.