Construyamos un mejor Coahuila
Marcelo Torres Cofiño
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Algunos de los sistemas de manejo de los desechos sólidos más
eficientes que conocemos, fueron inicialmente concebidos e implementados en
Nueva York que se desbordaba de suciedad hasta hace 100 años
Allí, además, se desarrollaron o perfeccionaron muchos de los
servicios públicos que hoy se consideran indispensables para la existencia
citadina.
Y a pesar de su crecimiento exponencial que la llevó a ser la
metrópoli más poblada de la vecina nación, la calidad de vida de sus habitantes
tiende a ser cada vez mejor.
Se trata, pues, de un modelo en el que los coahuilenses nos
podemos inspirar, no para transformar nuestras ciudades en grandes urbes
cosmopolitas, sino para hacer de los problemas que nos aquejan, sobre todo los
económicos y los ambientales, una oportunidad para prosperar gracias al potencial
creativo y emprendedor que caracteriza a quienes habitamos estas tierras.
Sabemos que, por ejemplo, en la Región Carbonífera, por más
esfuerzos que se hagan, los días de vida de su principal vocación económica
están contados.
Allí hay una gran oportunidad para buscar nuevas y mejores
formas de vida, que traigan riqueza a las familias sin impactar de manera
negativa el medio ambiente. Y, en lo que eso ocurre, de encontrar soluciones
viables para que la extracción, distribución y consumo del carbón sea menos
contaminante.
Otro caso es el de La Laguna, en donde es necesario preservar
y fortalecer los mantos acuíferos sin lesionar la capacidad productiva de la
región.
Ese tipo de problemas son los que abren ocasión para pensar
en nuevas formas de hacer negocio y mejorar la economía.
Insisto, que así sucedió en Nueva York en donde, muchas cosas
que hoy nos resultan tan cotidianas, antes eran pensadas como imposibles de
realizar.
Para hacer un futuro posible para nuestro estado es
necesario, sin embargo, que haya una política consensuada entre los distintos
sectores de la sociedad. Gobierno, empresarios, ambientalistas, académicos y
científicos necesitan sentarse en la mesa para diseñar un gran proyecto de
desarrollo sostenible por región y las medidas que es necesario impulsar para
que se concrete.
Por su naturaleza, además, debe tratarse de planes
transexenales que no estén supeditados a los tiempos políticos ni a los
caprichos de nadie. Se
trata, pues, de prepararnos para el inicio de una nueva década que será
definitoria para el futuro de nuestra entidad.
Se trata, también, de tener una visión sobre nuestra realidad
y sobre nosotros mismos, bajo la convicción de que Coahuila tiene con qué: con
que salir adelante; con que progresar; y con que ofrecer las mejores
condiciones de vida para todos sus habitantes. Talento hay, y mucho.
Construyamos juntos un mejor Coahuila.