Un próspero 2020
2019 fue un año muy complicado para México. Al tiempo que recrudeció la violencia, la economía se estancó arrastrando los niveles de creación de empleos a niveles que no veíamos desde la crisis global de finales de la década pasada. Lejos de fortalecerse, la vida institucional sufrió un debilitamiento orquestado por el partido en el poder que busca restaurar el viejo modelo presidencialista en nuestro país, olvidando por completo que ese régimen es la semilla germinal de nuestros problemas actuales.
Así, pasamos de una
nación que crecía poco más de 2% anual en su Producto Interno Bruto, a uno con
un crecimiento nulo. Somos ahora un país en el que al año se crea menos de la
tercera parte de los empleos formales que se venían generando durante la última
década. Ahora, el índice Global de la Actividad Económica en México decrece
0.7%, confirmando que estábamos mejor cuando nos encontrábamos peor.
En materia de
seguridad, los 33 mil 743 homicidios dolosos de 2018 serán superados una vez
que se den a conocer las cifras oficiales, estableciendo así un récord del
horror.
Entre enero y noviembre
de este año el secuestro se incrementó en 33% con respecto a 2018. Y en general
la totalidad de los delitos de alto impacto habrán cerrado al alza como muestra
clara del rotundo fracaso de la estrategia que se está implementando, bajo la
que, como fuimos todos testigos, se decidió liberar a un criminal que había
sido detenido
Y mientras eso sucede,
una muy mal entendida política de “austeridad” se está aplicando, no en la
búsqueda de hacer un uso más eficiente de los recursos públicos, sino como un
mecanismo de control político. Sin mediar ningún criterio razonable y objetivo,
se han realizado recortes presupuestales que llevan a la ciudadanía a pagar de
manera directa las consecuencias negativas de minar la salud institucional, que
ya de por sí era endeble.
Ese escenario tan
turbulento será el punto de partida de un 2020 que nos desafía a continuar con
nuestro esfuerzo para salir adelante. Sería todo más fácil si la terquedad de
quienes hoy dirigen los destinos de la nación fuera un poco menor.
Pero dado que no hay
esperanza de una rectificación, entonces, lo que procede es que nos con
centremos en nuestro trabajo, por lo menos, para blindar un poco a Coahuila de
las graves pifias nacionales.
Durante 2020 debemos
seguir fortaleciendo las capacidades de nuestro Estado justo en los rubros en
los que más se debilita México, lo que significa ir a contracorriente. La tarea
deberá ser la de redoblar los esfuerzos para que haya mejores condiciones para
quienes desean invertir y crear empleos en nuestra entidad.
En seguridad, debemos
vigilar que las corporaciones policiales del Estado y de los municipios,
trabajando bajo la coordinación de las Fuerzas Federales desplegadas en
Coahuila, se mantengan actuando con firmeza y en estricto apego a la ley para
enfrentar a quienes intenten alterar el orden.
Debemos avanzar,
también, en fortalecer las instituciones coahuilenses para que nunca más haya alguien que desfalque sus arcas o abuse del poder. Trabajando
junto tendremos un próspero 2020. ¡Feliz año nuevo!