Primer
año de la Cuarta Transformación
Fernando Rangel de León
E
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La
austeridad republicana empezó con la reducción del sueldo del Presidente Andrés
Manuel López Obrador, a 108 mil pesos mensuales, que por ley es el tope máximo
de sueldo de todos los servidores públicos del Gobierno de la República, y que
está sirviendo de ejemplo para los gobernadores de las 32 entidades federativas
del país; como José Rosas Aispuro Torres, Gobernador de Durango, quien
acaba de dictar el acuerdo de que la mencionada cantidad de dinero es el sueldo
de él, y de que nadie en su entidad podrá ganar más.
Ningún Presidente de la República, desde Benito Juárez, que convivió
con lugareños del rancho El Gatuño (ahora Congregación Hidalgo), municipio de
Matamoros, Coahuila, y La Loma, y otros lugares de la Laguna, en 1864; y Lázaro
Cárdenas, que durmió varias noches en pleno campo a cielo abierto en ejidos de
San Pedro de las Colonias, Coahuila, conviviendo con ejidatarios, cuando el
Reparto Agrario, en 1936; había estado en lugares como El Mezquital, Durango, y
en otros en donde viven indígenas en el país, como el actual, a donde llega por
caminos de tierra o terracería; nunca en aviones y mucho menos en helicóptero.
El recorte presupuestal en rubros que se prestaban para la
corrupción, como la medicina en el Instituto Mexicano del Seguro Social,
Instituto de Seguridad y de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,
y otras instituciones de salud pública; es otro de los combates a la corrupción.
El no combatir la violencia con la violencia, porque esto
trae más violencia, es otro de los
cambios, como quedó de manifiesto el pasado 17 de octubre; y que al parecer ya
está empezando a dar frutos de más paz social, como lo estamos viendo en estos
últimos días; en comparación de los primeros días de este sexenio.
No hubo en este primer año de gobierno ni devaluación del
peso respecto del dólar, ni gasolinazos;
y empieza a haber más certeza económica para las inversiones.
Con base en este primer año de experiencia, el Presidente
debe redoblar el esfuerzo para que 2020 sea mejor que todos los anteriores
años, incluyendo el suyo, para que el pueblo sienta el cambio en sus bolsillos,
la seguridad pública, desde sus casas hasta las calles; y la seguridad social,
desde la cuna hasta la tumba.