Sin título


Blindaje
Periódico 4º.Poder (Facebook)
Las grandes concentraciones humanas provocan situaciones irregulares; en las metrópolis aparece, en sus ciudadanos, lo mejor pero también lo peor de los sentimientos, actos de solidaridad y apoyo pero también los más bajos instintos que se esconden en el tumulto, en el anonimato.
Ayer, en la capital del país vimos las agresiones de los anarquistas de siempre a la Rectoría de la Universidad Autónoma de México donde quebraron vidrios, hicieron pintas y trataron de provocar incendios.
Allí mismo, en México pudimos ver los problemas que originaron las manifestaciones de los choferes y concesionarios de autobuses del servicio público que exigen -como siempre- aumento a las tarifas de lo que cobran a los sufridos usuarios.
El argumento es que “no completan” pero ofrecen que si se les autoriza el aumento, tendrán dinero para mejorar sus unidades.
Es decir que como siempre, ofrecen lo mismo al través de los años; el pasaje es cada día es más caro y las unidades siguen estando viejas y destartaladas. Eso ocurrió en la ciudad de México pero el panorama visto puede aplicarse a cualquier ciudad grande o mediana del país.
El gobierno federal es muy tolerante con las manifestaciones de protesta e inconformidad pero ¿hasta cuándo la vida social podrá ser ordenada?
¿Cuándo la gente podrá ir de un lugar a otro con la seguridad de que llegará sin contratiempos y cierta seguridad?
Tan bien que se sentía ir a Estados Unidos y transitar por sus calles bien pavimentadas, señalizadas y relativamente seguras y decimos que se sentía porque desde que se dio vuelo desde la presidencia de la república de Trump al supremacismo, ahora nadie está libre de una inesperada balacera.
Por lo que ocurre en nuestra nación ya debiera haberse puesto un freno a que cada quien haga lo que quiere, sobre todo cuando se lesionan los derechos de terceros.
López Obrador dice no ser represor, reconoce el “derecho a la manifestación” de todos pero esa permisividad provoca anarquía, daños y molestias a terceros lo mismo que pérdida de tiempo y, desde luego de dinero.
Urge poner un ¡hasta aquí! a tanto relajo.

Sin Bozal

.-INFORMACION PERIODISTICA LA PALABRA; es la mayor virtud y riqueza de un hombre, el que no la tienen ni cumple, esta hueco

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